jueves, 24 de junio de 2021

EXCURSIÓN 1º Y 2º DE E. P. SENDA FLUVIAL RÍO MANZANARES-EL PARDO. CURSO 2020-21

  El lunes 7 de junio de 2021, 1º y 2º de Primaria, fuimos a hacer senderismo y a conocer el ecosistema fluvial del Río Manzanares, a la altura de la Presa de El Pardo, coincidiendo con los primeros días calurosos del año, ahora que va tocando a su fin la primavera. El tiempo nos acompaño favorablemente, con cielos despejados y alcanzando los 30º de temperatura, que ya es calor.

  El recorrido por la Senda Fluvial del Manzanares lo iniciamos en la presilla de la Casita del Príncipe,  junto al palacete y jardines homónimos, en el ahora barrio madrileño de El Pardo. Echamos a andar a eso de las 10 de la mañana, pasando primeramente junto a las instalaciones de entrenamiento ecuestre de la caballeriza de la Guardia Real, donde pudimos disfrutar de bellos ejemplares realizando su entrenamiento diario, a la par que empezábamos a explorar la fauna y flora de la senda fluvial. Ya en esta primera parte pudimos observar que en las zonas más próximas al río se sitúa la vegetación palustre, formada fundamentalmente por eneas, juncos churreros, sauces, arbustos y arbolillos que protegen a la orilla de la erosión del río. Mientras, más alejados de la orilla del río nos encontramos suelos muy fértiles con árboles caducifolios como chopos y fresnos, así como olmos. En cuanto a la fauna, inicialmente avistamos patos, para poco a poco ir descubriendo más aves acuáticas y moradores de este ecosistema, como azulones, martín pescador, garzas reales, águilas imperiales y algún que otro ejemplar de buitre negro y cigüeña negra. Remontando el curso del río y después de almorzar en la Pradera de la Explanada de El Pardo a las 10:30 h, cerca de la pasarela peatonal del Área Recreativa de Mingorrubio -que cruza el río Manzanares-, nos fuimos topando con otra serie de fauna más fluvial como la rana común, el barbo común, el galápago leproso e insectos como el zapatero, el tricóptero y la libélula. Hasta llegar a la Presa del embalse de El Pardo donde finaliza la senda. Allí nos encontramos con un dique de tierra que alcanza una altura de 35 metros sobre el cauce del río, del que salen dos válvulas de chorro hueco o desagües que desembalsan el agua de la presa. En este punto, hicimos parada para sentir lo imponente que es el canal del aliviadero de la presa.

  Volviendo sobre nuestros pasos, para continuar la senda por la otra margen del río, cruzamos por la pasarela peatonal del Área Recreativa de Mingorrubio, a eso de las 12 h, donde iniciamos la vuelta hacia el autobús. En este tramo la senda discurre entre el Monte del Pardo y la senda fluvial, separados por una cerca, donde no tuvimos suerte de ver ninguna de las especies cinegéticas que pueblan dicho monte -de bosque mediterráneo- como los gamos, jabalíes y ciervos.

  Seguidamente, llegamos a la altura del Azud de El Pardo, pequeño represamiento del río Manzanares, levantado en 1961, utilizado para captar y derivar agua a una balsa situada a un kilómetro de distancia para su utilización en caso de incendio. Hasta que en marzo de 2019 se modificó, incorporando una rampa naturalizada, que ha permitido eliminar el efecto barrera para los peces, posibilitando que especies grandes y pequeñas puedan remontar el río. Finalmente, poco después, al llegar por la senda al Puente de los Capuchinos, a eso de las 12:50 h, paramos a comer junto a dicho puente, desde donde nos encontrábamos a 10 minutos del autobús y donde prácticamente se ponía fin a lo más importante de la senda y la excursión.

  Y esperando que haya sido del agrado y gusto de todos, aquí os dejamos el desarrollo gráfico de la misma...












































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